miércoles, 2 de septiembre de 2009

Hambre y desnutrición en Guatemala

He oido las recientes declaraciones del ministro de salud, del presidente y de su esposa la primera dama y la verdad es que da tristeza oir como se expresan con indiferencia e ironismo sobre el problema que viven casi 100,000 familias guatemaltecas, sino más, de hambre y desnutrición.

El problema principal está en que los que tienen obligación de hacer las cosas para evitar el hambre y la desnutrición no hacen nada, evanden descaradamente sus responsabilidades y después cuando los problemas salen a la luz andan buscando justificaciones para querer esconder su ineptitud y desinteres por resolver verdaderamente la problemática nutricional en Guatemala; en un país con verdadera justicia social y con políticas y acciones sociales que de verdad lleven beneficio a los más necesitados no tendría porque haber hambre ni desnutrición crónica ni mucho menos desnutrición aguda, como lo que sucede en Guatemala.

Los programas pseudo socialistas del gobierno del señor Colom no sirven para nada, desde la perspectiva de mejorar el nivel y calidad de vida de los guatemaltecos más necesitados, pero sí sirven para seguir fomentando la corrupción, para seguir robando y para seguir engañando a la comunidad internacional, son programas que tienen objetivos electoreros y de armar las bases para apoyar los intereses políticos del partido de turno en el gobierno, como las claras aspiraciones presidenciales de la primera dama; programas que se aprovechan de la ignorancia y la necesidad de la gente para conseguir beneficios personales de algunos políticos sucios, ambiciosos, inconcientes y mentirosos.

¿De qué sirve el Consejo de Cohesión Social?, ¿De qué sirve la SESAN y la SOSEP?, ya saldrá de nuevo aquel peludo que sale en la tele a defender a la primera dama y a la "política" social de este gobierno y dará cifras y resultados que son una gran farsa. Al médico pedíatra del hospital de Jalapa lo despidieron por decir de manera responsable la verdad de lo que sucedía, lo que es un claro atropello a la dignidad y a la verdad y el fomento de la mentira y de las acciones de represalias contra aquellos que diciendo la verdad hacen quedar mal al gobierno y sus ineficientes y corruptos programas.

La mera verdad es que no hay políticas ni muchos menos estrategias y acciones tendientes a reducir este problema que en el siglo 21 y en un país con tantos recursos como Guatemala no debiera de existir, que nuestra gente se esté muriendo del hambre es verdaderamente una vergüenza y una verdadera desgracia, es hora que el gobierno deje de estar promoviendo a la confrontación racial y de clases y se ponga a trabajar en lo que realmente vale la pena.

Hace dos años escribí un artículo relacionado al tema del hambre en una región en particular del país, sin embargo, mucho de los que expresé ahí en ese tiempo sigue siendo valido ahora y sigue siendo igual de cierto e igual de triste, acá está para que lo lean:

Con el apoyo y asesoría de un amigo extranjero, y a pesar de ser indígena maya, pobre y humilde, tuve el valor y la osadía de denunciar públicamente, lo que pasaba en mi comunidad y lo que sufría mi gente por falta de alimentos; mandé un artículo a los medios de comunicación Prensa Libre y Telediario 3, quienes lo publicaron en días recientes; a consecuencia de ello la presencia gubernamental en el área ha sido mayor, pero igual de inefectiva.

Platicando con algunos amigos de la comunidad, me informaron que gente del gobierno está preguntando por mi y que quieren encontrarme, cosa que realmente me preocupa, porque considero que son acciones de intimidación como si todavía estuviéramos en la época de la represión y del conflicto armado. Señores, decir la verdad no es delito, delitos sí son todos los actos corruptos que se dan en el gobierno y que siempre quedan impunes.

Dicen los artículos 5° y 35° de la constitución política de Guatemala, que como guatemalteco tengo derecho a la libertad de acción y a la libertad de expresión, que no debo de ser perseguido por mis opiniones y que éstos derechos, especialmente el de expresarme no podrá ser restringido por persona u organismo gubernamental alguno; la propia ley de emisión del pensamiento de Guatemala me respalda en sus artículos 1° y 27° y además la declaración universal de los derechos humanos ratificada por Guatemala, en su artículo 19° me ampara también.

Señores del gobierno, dedíquense a trabajar por mejorar el bienestar de la gente pobre y humilde y dejen de estar persiguiendo a quienes decimos la verdad, dejen de ser haraganes y salgan a trabajar al campo, en la oficina no resuelven nada, la gente que se muere del hambre está allá afuera en la provincia y no en la oficina donde abundan el cafecito y los postres, los convivios, las reuniones y las celebraciones.

¡A la PDH le suplico haga algo al respecto!

Y para terminar quiero compartir con todos los guatemaltecos y con toda la comunidad internacional el artículo completo que mandé a los medios de comunicación el jueves 26 de julio de 2007 y por el cual dicen que me andan buscando.

EL FLAGELO DEL HAMBRE EN TZUNUNÁ, SOLOLÁ.
Un amigo me dijo: "No escribás nada vos indio, porqué te vas a meter a clavos", pero como le he dicho: no importa, todo sea por el bienestar de mi gente.

El hambre está azotando a las familias de la aldea Tzununá de Santa Cruz la Laguna, Sololá, en término de 15 días han muerto por desnutrición dos niños y una más está agónica en el hospital, ¡la situación se agrava!, y parece que a ninguna de las altas autoridades le importa. He visto el esfuerzo y trabajo abnegado de las técnicas de la SESAN y SOSEP por tratar de que se ayude a estas familias que padecen de hambruna, hasta de su propia bolsa han puesto para por lo menos conseguir algunos víveres.

Qué vergüenza para sus superiores y para las altas autoridades que velan por la seguridad alimentaria del país, con su indiferencia demuestran que no les importa lo que pase con la gente humilde, demuestran que los datos que presentan ante la comunidad internacional y en la publicidad gubernamental, que satura los medios de comunicación, son puras mentiras, demuestran además su incapacidad para ocupar esos cargos que les representan muy buenos salarios, están allí seguramente por pertenecer al partido oficial pero no porque tengan la capacidad, la calidad y la convicción para desempeñar con responsabilidad y compromiso lo que les exige realmente el puesto y la sociedad que paga sus jugosos honorarios, parece que en términos generales SESAN y SOSEP son sólo la planta como dicen los abuelitos, son imagen, son pompa, son publicidad, las tienen ahí para aparentar que se hace algo, pero en realidad no hacen nada.

Señores de la SESAN, trabajen realmente por la seguridad alimentaria de los guatemaltecos, saben perfectamente bien que con el montón de boletas, entrevistas y encuestas que ustedes trabajan no vive la gente, la gente no come papel, por si no lo sabían; ya es hora que enfoquen su trabajo en garantizar la seguridad alimentaria, ¿Para qué quieren acumular tanta información mientras la gente se muere del hambre?, empleen el presupuesto que les asignan en accionar de forma oportuna y eficiente para resolver los problemas alimenticios y nutricionales de los guatemaltecos y ¡por favor! dejen de ser los mozos y jornaleros del CATIE de Costa Rica, me he dado cuenta que se dedican únicamente a estar haciéndoles los estudios de campo y las tesis de grado a los estudiantes del CATIE, que después de graduarse ni se recuerdan de Guatemala, mucho menos de la gente a la que ustedes fueron a exprimir con la información que necesitaban; ¡Sólo en Guatemala se ve esto…!

Hago un llamado a toda la sociedad civil, para que se apoye a la gente de la aldea Tzununá de Santa Cruz la Laguna de Sololá, que se está muriendo del hambre, desde el señor alcalde hasta el señor presidente tienen la harta obligación de garantizar el bienestar de toda esta gente que está padeciendo por la falta de alimentos. Le pido al gobierno que deje de mentirle al pueblo de Guatemala, que diga la verdad de lo que pasa en la provincia, que reconozca que ha sido inepto e incapaz, que sea integró y honesto y deje de estar ocultando y maquillando la información.

Y por último a la comunidad internacional le digo que no se deje timar por las mentiras que les presentan las instituciones gubernamentales guatemaltecas y también algunas ONG, si ayudan a Guatemala por favor implementen más control sobre el uso de sus recursos y sobre las acciones que patrocinan, es bueno que supervisen, evalúen y analicen lo que se hace con sus fondos, no se conformen sólo con dar dinero, es cierto, como gente pobre necesitamos la ayuda, pero esas ayudas en su mayoría se consumen en gastos administrativos y muy poco llega a la gente necesitada, por lo que para justificar esas pobres acciones de campo, las instituciones ejecutoras tienen que inventar y falsear los datos.

Gabriel Hernández Pérez
Profesor de educación primaria

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