Estimados amigos del lago de Atitlán, hoy
quise compartirles mi humilde reflexión sobre lo que sucede con nuestro lago y
su cuenca; he pensado mucho sobre el camino que actualmente caminamos, hablando
en términos generales, todos quienes de alguna manera luchamos por este hermoso
recurso. Recientemente estuve platicando con Susana de Pura Vida, para algunas
autoridades ambientales de la cuenca "una vieja loca" y para no
muchas ongs que trabajan en la cuenca "un obstáculo para la gestión ambiental"
del lago, pero será que lo que dicen es realmente cierto o son calificativos
que representan la cólera y la frustración de estos entes ante la actitud y el
trabajo de una extranjera que dice ser marqueña y lagunera; pues yo más me
inclino por lo segundo porque he visto su trabajo, porque las comunidades del
lago han visto su trabajo y porque muchos indios como yo hemos sido
beneficiados con su trabajo, un trabajo honesto, íntegro, comprometido y sobre
todo eficaz, eficiente y consecuente en atender las necesidades nutricionales,
de vivienda y de ambiente de nuestras comunidades, su esfuerzo altruista la
llevó hace poco a ser sujeto de calumnias y hasta de enfrentarse a los
tribunales a un grupo de corruptos mentirosos que conspiraban contra Pura Vida
y la Señora Susana; obviamente como todo su gestión no es perfecta, pero es tal
vez la mejor gestión de una ong en la cuenca, un ejemplo de como se debe
trabajar para promover y fomentar el cambio de actitudes que se necesitan en el
lago. Platicando con ella, me comentó su preocupación sobre la actual gestión
para la protección del lago, preocupación que comparto con ella, aunque
nuestros fundamentos para preocuparnos no sean siempre los mismos, pero si
coincidimos en que nuevamente vamos caminando por esa senda equivocada, poco
eficiente y nada eficaz para conservar nuestro lago, lamentablemente después de
un efímero período de esperanza en donde creímos que se había cambiado de vía y
que íbamos por la ruta del cambio verdadero, volvimos a caer en ese camino
tortuoso y poco inteligente que nuevamente incrementó el riesgo para nuestro
lago y nuestras comunidades. Claro estoy que los detractores a mis palabras
serán muchos porque sus intereses no los dejarán ver objetivamente el problema
y mucho menos analizarlo, pero no importa vale la pena decirlo; desde
siempre la gestión ambiental de la cuenca del lago de Atitlán para la
conservación y protección del mismo se basó en la construcción de
infraestructura de aguas residuales y desechos sólidos y cuando creímos que
había cambiado volvimos a caer en lo mismo, con el perdón de los académicos que
se llenan la boca hablando del lago, el problema no es problema de
infraestructura, el problema es mucho más grande y complejo, es un problema de
manejo de la cuenca, eso quiere decir que es un problema de gestión, de
administración y de ejecución en la cueca del lago de Atitlán, lo más fácil
para los responsables de esta tarea o para quienes promovemos un proyecto a
favor del lago es irnos solo por el lado de la ejecución y dentro de ella el de
construir obra gris, por el simple hecho de que es más fácil y no hay que estar
peleando ni luchando con la gente y porque para muchos técnicos porque es lo
único que saben hacer, pero la infraestructura no soluciona nada cuando se
descuidan los otros dos aspectos que son 100 veces más importantes,
infraestructura no es igual a desarrollo ni a calidad de vida. Hace pocos días
me enteré que la Contraloría General de Cuentas hizo auditorías ambientales en
la cuenca a las municipalidades, lo interesante es que la mayoría de los
problemas encontrados estaban vinculados directamente a la gestión y a la
administración, a las autoridades locales que deben cumplir las leyes les
importa poco cumplir con las leyes y normas establecidas para proteger el ambiente
y el lago, a las autoridades que deben velar por su cumplimiento de las leyes y
por la calidad ambiental de la cuenca les importa poco exigir y controlar que
se cumpla con la ley y que haya calidad ambiental, y a las autoridades
sancionadoras les es de poco interés aplicar sanciones. Para, el Dr. Jaroslav
del Banco Mundial, que estuvo de visita la primera semana de diciembre en
Tzununá y San Marcos la Laguna, el problema más que de infraestructura es un
problema de orden y disciplina, es un problema de falta de autoridad, "es
un problema de cojones" dijo, y quienes hemos vivido por generaciones aquí
y somos parte del pueblo y del problema lo compartimos. Un problema de falta de
autoridad, las auditorías ambientales y el experto así lo señalan, entonces porque
seguir caminando por esa ruta en la que nos empecinamos hace más de 15 años si
tenemos los suficientes argumentos y evidencias de que no es ahí por donde
debemos ir, a caso no queremos asumir realmente el reto de luchar y trabajar
por el lago, o a caso nuestro interés realmente es que digan que estamos
haciendo algo aunque ello no represente ningún cambio ni mejora para nuestro
ambiente, o a caso caminar por esta vía fácil, comparada con las otras que hay
que caminar, es la única opción que nos queda porque no tenemos la capacidad,
la habilidad y el conocimiento para encaminarnos por el camino correcto, o a
caso caminar por el camino correcto no da los réditos económicos que esperamos
y por eso preferimos seguir en esta ruta de pocos logros, que se diga lo que se
diga, sigue siendo la misma ruta de pocos logros sólo que ahora más bulliciosa
porque tiene más publicidad y más amigos, más maquillada.
El Indio Gabriel
Lago de Atitlán
Diciembre, 2013.