Flotación re-sucia del Quetzal
Por: Lic. César A. García E.
Por: Lic. César A. García E.
La abrupta depreciación del quetzal, ha provocado un debate tímido y superficial. La mayoría de los guatemaltecos, se han acostumbrado a ver a los tecnócratas, vinculados a dirigir los derroteros económicos del país, como una especie de semidioses incapaces de equivocarse y quienes –a fin de demostrar su eficacia- esgrimen sempiternamente el argumento de haber logrado “estabilidad económica”, razón por la cual, los guatemaltecos deberíamos recibir –como verdades- todas las explicaciones confusas que suelen dar en los medios de comunicación.El deslizamiento del tipo de cambio, ha causado –esta vez- pocos disgustos por una sencilla razón… no ha impactado –como debiese ocurrir- en el nivel de precios y los guatemaltecos se sienten acomodados a este deslizamiento que en época de crecimiento económico, habría causado estragos en el nivel de precios, empobreciendo –de golpe y porrazo- a la población. ¿Por qué esto no ha ocurrido? El país –como la mayor parte del mundo- está pasando por una etapa recesiva, marcada por desempleo, precario o nulo crecimiento económico y por ende: bajas ventas, despidos y problemas de todo tipo que los empresarios tuvieron que capear durante todo 2009.El entorno adverso para las ventas, ha provocado que los precios –de muchos bienes y servicios- lejos de subir, presionados por factores como tipo de cambio a la alza, permanezcan iguales. Los empresarios y emprendedores, ante la bajas ventas, deben mantenerse en el mercado, reduciendo sus niveles de utilidad o eventualmente, perdiendo… todo se vale para mantener las empresas a flote, con la esperanza que la situación mejore. Así las cosas, los efectos destructivos de la depreciación del quetzal, son –en relación a lo que pudieron ser en épocas normales- de momento, reducidos… pero están presentes y tienen un efecto tan inmoral como devastador, por el simple hecho de obligar a los guatemaltecos a comprar cara una divisa que mientras en Guatemala subía de precio, en el mundo se desplomaba. No existe razón técnica ni moral de que los guatemaltecos estemos pagando el usdólar por encima de su precio real… entonces ¿Por qué ocurre? El esfuerzo por depreciar nuestro quetzal, se remonta al inicio del mandato de Berger; en su primer discurso como presidente, dijo algo como: “Debemos lograr un tipo de cambio competitivo” que en otras palabras significaba: debemos devaluar nuestra moneda de forma artificial, beneficiando a un grupo de amigos y perjudicando a las mayorías. A partir de ese momento, el Banguat, realizó todos los esfuerzos a su alcance, para que el sueño presidencial ocurriera… pero pese a que se afanó por comprar usdólares del mercado, para provocar la depreciación forzosa, poco logró. Con el actual gobierno, los esfuerzos en pro de la depreciación siguieron y el año 2008 el Banguat empapeló –de quetzales- la economía, comprando Usdólares y reservas (las RMI del país crecieron favorecidas por esta acción, lo cual es una aberración económica) Finalmente los subterfugios funcionaron y bajo el modelo de “flotación sucia” que Guatemala tiene en vigor hace varios lustros, las cosas se salieron de control, mutando a un modelo criollo, de flotación re-sucia que nos propone obligarnos a comprar usdólares más caros y punto. Es importante recordar que las reglas cambiantes y fijadas a conveniencia de grupos específicos y no de la población, están vinculadas a vetustas y repulsivas prácticas mercantilistas, generadoras de pobreza; mientras que las reglas claras y la libertad, están vinculadas al desarrollo y el progreso. ¡Píenselo!
miércoles 20 de enero de 2010